viernes, junio 30, 2006

Argentina - Alemania

Sin comentarios. Grrrrrrrrr.

martes, junio 27, 2006

Tardes de Ocio

Quién no ha estado un domíngo en el campo, después de almuerzo, tirado en un cómodo sofá, sin nada que hacer, disfrutando de la tarde, elucubrando, construyendo el mundo y divagando con cuanta idea insulsa se nos venga a la cabeza, mientras un par de moscas circula en el centro de la habitación, efectuando acrobacias que siguen un patrón cíclico que nos sumen en un profundo letargo.

De pronto, nos comenzamos a quedar dormidos, pero sólo basta ese instante para que las moscas dejen de efectuar su rutina y vengan a posarse sobre nosotros interrumpiendo tal ídilico momento de descanso. Movemos la mano, las moscas emprenden su vuelo y todo el ciclo comienza nuevamente. Hasta que la rabia nos carcome pues este efecto se repite una y otra vez, haciendonos imposible conciliar el bendito sueño. Y entonces, explotamos en furia y nuestro único objetivo se transforma en exterminar a tan horripilantes insectos. He aquí una idea original.

Paso 1: Con mucho cuidado divide una cerilla de papel por la mitad. No lo hagas como en el dibujo (es peligroso). "Siempre corta hacia fuera de los dedos".

Mejor aún, emplea dos laminas de la madera que se usa para envolver puros.

Paso 2: Pega las dos láminas en forma de cruz con pegamento. No olvides poner el timón de cola. Prueba con otras combinaciones imaginativas de engendros voladores

Paso 3: Caza cuatro moscas. Mételas en un tarro y pon el tarro en la nevera o en el congelador. En pocos segundos las moscas quedarán frías y quietas. Vigila no te pases de tiempo o las moscas morirán congeladas.

Paso 4: Mientras esperas a que tus motores se calmen en la nevera, coloca cuatro gotas de pegamento sobre el ala de tu avión, allí donde luego colocarás los motores

Paso 5: Saca tus moscas de la nevera o congelador y colócalas sobre las respectivas gotas de pegamento.

Paso 6: Cuando el conjunto esté seco y firme, echa tu aliento cálido sobre las moscas. Milagrosamente, las moscas, congeladas un momento antes volverán a la vida

Tu avión está listo. Si has hecho todo correctamente, se pondrá a volar

Siéntate cómodamente y disfruta de un espectáculo de acrobacia aérea nunca visto antes.

jueves, junio 22, 2006

14 Libras de Qué?

Poner el volumen alto, sentarse, afirmarse la guata y escuchar...


martes, junio 20, 2006

Y si cambiamos el final? (Parte 3)

El guardia entonces me mira con cara de asombro. Pasa y camina hasta el final del pasillo - me dice, con voz dura y seca. Espero que se aparte de la puerta y entonces entro. El me sigue desde atrás. El lugar es un pasillo negro, iluminado por una fuerte luz violeta, lo que hace que todo lo que sea blanco resplandezca. Veo unas personas fumando que ni se enteran que yo estoy ahí. La música se escucha muy fuerte con un marcado ritmo tropical que no logro identificar. En el piso circula una espesa nube de humo blanco que me impide ver mis pies. Llegamos a un hall iluminado con luz roja. Varias personas muy bien vestidas, con un vaso en su mano, conversan animadamente mientras fuman. Espera aquí - me dice desde atrás el guardia. Lo veo desaparecer detrás de una puerta.

Mientras espero vuelvo a pensar en Carolina. Claramente hay algo en ella que me turba por completo. No logro entender por qué está jugando conmigo de esta manera. Desde un principio le dejé claro que tenía novia. Recuerdo que estaba en la playa, tirado sobre mi tumbona a la sombra de una palmera, completamente relajado después de una intensa jornada de buceo. Estaba absorto con mi lectura de Azteca de Gary Jennings, cuando sentí una voz que me decía – si te gusta esa historia, entonces deberías leer Corazón de Piedra Verde de Salvador de Madariaga.

Era ella, la chica con quien llevaba ya tres días cruzando la vista y haciéndonos sonrisas. La visión de aquella mujer vestida con un colorido bikini me provocó un estremecimiento parecido al que nos sobrecoge ante una obra de arte. Me paralizó la timidez. Ninguna imperfección la dañaba y en aquel momento la luz le daba un resplandor que jamás había visto en ninguna otra. Se asemejaba más a mis sueños que todas las que los habían suscitado. Jamás había llegado a imaginarme una mujer capaz de provocar tantos deseos. Mi imaginación no podía añadirle nada que no poseyera ya.

Me llamo Carolina – me dijo con voz segura sentándose a mi lado. Y tú, cómo te llamas? continuó. Sólo alcancé a reincorporarme y a contestar – Juan Pablo - pues ella, aprovechando mi sorpresa, continuó en tono acusador: Ya llevas tres días mirándome y no has sido capaz de acercarte a conocerme. Es que todos los chilenos son así de lentos?.

Yo estaba totalmente confundido. Solo atiné a decirle que no me había atrevido a acercarme pues tenía novia en Santiago y no me parecía correcto estar coqueteando con otras mujeres. Ella se largó a reir. ¿Y qué crees que has estado haciendo hasta ahora?, me replicó.

Carolina tenía una tez transparente y unos ojos expresivos que le impedían disimular sus sentimientos y vi claramente que los que empezaban a configurarse en su rostro no me eran adversos. Una exquisita ambigüedad se había deslizado de inmediato en nuestra conversación y parecía proporcionarle un placer que no tenía nada de inocente. Nuestro encuentro en esas circunstancias inesperadas, al menos para mi, tenía algo de maravilloso.

Así que eres un chico correcto, la perdición de cualquier mujer – continuó, haciendo un gesto de negación con su cabeza. Pero, ¿igual podemos ser amigos verdad?, me preguntó. Al final, no somos animales y podemos conversar – agregó fingiendo un candor que me puso colorado. No se molestaba en ocultar sus intenciones. Su seducción me comenzó a dar pánico. Me molestó que viniera a perturbar la quietud en que me había encerrado con María José. Sentía una total aversión contra el Juan Pablo inconstante que comenzaba a despertar en mí. Sin embargo, a partir de ese día no pude resistirme a juntarnos todas las tardes en la playa. Y aunque nuestra relación se mantuvo a una temperatura moderada, cada día que pasaba ella se introducía en mi cabeza más y más.

Así que Angel te envió – me espetó una voz ronca que me sacó abruptamente de mi ensoñación.

(Continuará...)


High and Dry

lunes, junio 19, 2006

Somos los Hombres más felices que las Mujeres?

Hoy, mientras manejaba a mi casa, una amiga por teléfono se quejaba de que todo para las mujeres es más dificil. Conversamos un largo rato acerca de este punto y entre risa y risa saltaron varios ejemplos en donde el hombre posee ciertas ventajas comparativas. Aquí van los que me acuerdo:

  • El control remoto es de nosotros
  • Entendemos todo lo que dice el mecánico
  • El chocolate es solo una golosina más
  • Nuestra fiesta de matrimonio se organiza sola
  • Nuestros hijos los disfrutamos sin pasar por 9 meses de molestias
  • Podemos tener hijos cuando queramos sin límite de edad
  • Podemos enamorar a mujeres jóvenes durante toda la vida
  • El mundo es nuestro baño
  • No tenemos que manejar hasta la siguiente estación de bencina porque el baño de esta está muy sucio
  • Podemos salir sólos a un Bar y nadie va a pensar mal
  • No tenemos problemas con la comida
  • Podemos ir a un restaurant y pedir cualquier cosa sin temor a “perder la línea”
  • El mismo trabajo, mejor sueldo
  • Si nos enojamos en el trabajo no nos creen histéricos
  • Siempre le encontramos solución a todo
  • Si tenemos un auto caro nos volvemos atractivos
  • Las arrugas y las canas nos dan carácter
  • Traje de Novia $1000, arriendo del terno $100
  • Las personas nunca se quedan mirando nuestro pecho cuando les estamos hablando
  • Los zapatos nuevos no molestan
  • No nos morimos de frío cuando andamos vestidos elegantes
  • El mismo estado de ánimo todo el tiempo
  • No tenemos problemas de fluidos desagradables cada treinta días
  • Las conversaciones de teléfono se terminan en 30 segundos
  • Cinco días de vacaciones con solo una maleta
  • Podemos abrir todos los frascos
  • Si alguien olvida invitarnos, aún podemos seguir siendo amigos
  • Nuestra ropa interior nos cuesta solo $10 el paquete de tres.
  • Tres pares de zapatos bastan
  • Nunca tenemos problemas con los tirantes (breteles) en público
  • Estamos incapacitados para ver arrugas en nuestra ropa
  • Todo en nuestra cara permanece en color natural
  • El mismo corte de pelo por años
  • Sólo tenemos que afeitarnos la cara y el cuello
  • Podemos jugar con juguetes toda la vida
  • Una billetera y un par de zapatos del mismo color para todas las temporadas
  • Podemos ocupar shorts sin importarnos como luzcan nuestras piernas
  • Podemos “hacernos” nuestras manos con un corta uñas de bolsillo
  • Tenemos libertad de acción en lo concerniente a dejarnos crecer nuestro bigote
  • Podemos hacer las compras de navidad para 25 personas el 24 de Diciembre en 25 minutos
  • Hacemos el amor sin enamorarnos

Espero comentarios.

jueves, junio 15, 2006

¿Qué ves en la Foto?

Esto es re interesante y nos muestra cómo estamos preconfigurados para interpretar ciertas cosas. Mira detenidamente la imagen... ¿qué ves?


Se ha estudiado que los niños pequeños no pueden diferenciar esta pareja, ya que ellos en su memoria aun no tienen esta informacion asociada a nada. ¡¡Los niños pequeños sólo ven 9 delfines!!

Ojo, si en el transcurso de 3 segundos no encuentras los delfines, te darás cuenta que clase asociaciones tiene tu cerebro...

martes, junio 13, 2006

Closer (pero no cerca de terminar)

Si, lo se, estoy en deuda. Pero deben tener en cuenta que el Mundial de Futbol me consume bastante tiempo. Había destinado un espacio ayer para terminar de escribir la tercera parte de la historia “Y si le cambiamos el final”, pero la fortuna me puso la película “Closer” al frente y no pude dejar de verla. El problema ahora será tener otro espacio de tiempo para poder continuar con la historia (Mañana y el Jueves estaré de viaje, gajes del oficio). Ojalá que para el viernes pueda tenerla lista, así que paciencia.

Volviendo a Closer. Excelente película. Hace tiempo que no veía una trama tan bien desarrollada. Justo cuando uno cree que las historias están resueltas, nuevamente sucede algo que cambia la vida de los personajes. Las actuaciones de Jude Law y Clive Owen son notables. Además Natalie Portmann aparece francamente espectacular. Otro acierto de Mike Nichols. ¿Donde estaba yo cuando se estrenó esta película en cine?.

Se la recomiendo a todos, pero en especial a aquellos que han pasado o están pasando por situaciones de desamor. Tomen nota. Bien entenderán el porqué dejé de lado mi tarea Bloggera.

viernes, junio 09, 2006

Atardecer

Así fue el atardecer desde mi oficina.


Tomada: Vie 09-06-2006 17:15

miércoles, junio 07, 2006

Y si cambiamos el final? (Parte 2)

Blue Deep es la discoteca más grande de Centroamérica. Fue de la mafia colombiana hasta que hace cinco años la intervino el gobierno de turno. Se cuenta de que adentro pasa de todo. No puedo ver a Carolina por ninguna parte. La gente a mi alrededor me empuja, todos corren para hacer la fila de entrada. Un guardia muy grande decide quien entra y quien no entra. Me pongo en la fila.

Juan Pablo, me gritan. Miro para todos lados y no logro reconocer a nadie. Por detrás me tocan el hombro. Me doy vuelta y quedo pálido. Siento como si me arrojaran un balde de agua fría sobre mi cabeza. El efecto de lo que Carolina me había dado de tomar en el Bar desaparece totalmente. ¿Pero que haces tú por acá?, me increpan. Es una amiga de María José, mi polola. ¡Mira Pedro, es Juan Pablo!, le dice ella a su marido mientras me agarra del brazo. ¡Pero qué sorpresa toparte por acá!, ¿con quién andas?. Su cara de sorna me refleja claramente lo que está pensando. Empiezo a transpirar helado, me trabo entero y sólo atino a decir que ando con un amigo.

Que porquería, justo se me ocurre salir, después de una semana acostándome temprano y tengo que encontrarme con la mejor amiga de María José. Y para remate no estoy sólo. En todo caso, ¡que suerte que no me pillaron con Carolina y su grupo de amigas!. ¿Entras con nosotros? Me preguntan. No gracias, adelántense ustedes, tengo que esperar a mi amigo que está comprando cigarros. Ya van dos mentiras en menos de cinco minutos. Mejor reculo, tiro el poto para las moras y me vuelvo para el hotel. Así me evito problemas mayores y nadie sale herido de esta situación. ¿Pero que hago con Carolina?. Bueno, está con sus amigas, mañana entenderá cuando le explique. Igual me da una rabia tremenda, me hubiera encantado bailar con ella. Tengo que sacármela de la cabeza, está comenzando a obsesionarme. Nos vemos adentro entonces, no te pierdas, me dicen entre risas mientras se alejan hacia la entrada.

Me voy caminando de vuelta al bus pensando si le cuento o no a María José que me encontré con su amiga. Ahora la realidad vuelve a dominar todo mi ser. El calor vuelve a atacarme. El aire se me hace más pesado. Camino lento para no sofocarme. Alguien me tira del brazo, es Bárbara, una de las amigas de Carolina. Siento un alivio repentino que se colapsa cuando ella me increpa: “Pero para a dónde vas chico, tienes que acompañarme”. Trato de zafarme pero ella no me suelta. “Vamos chico, que te conviene”. Desisto a mi resistencia, la imagen de Carolina en mi cabeza comienza a dominar mis acciones. Le pregunto por ella. “Ya la vas a ver, no te preocupes”, me replica dejando entrever una sonrisa.

Bárbara me lleva caminando rápidamente. Atravesamos varias calles inhóspitas, se ven algunos borrachos tirados en la calle, un gato negro se nos cruza, ¿será un mal augurio? me pregunto. Finalmente nos detenemos frente a una oxidada puerta de metal. Sólo un pequeño farol alumbra el lugar. Se siente un retumbar muy fuerte, por lo que asumo que debe ser una entrada trasera al local. Bárbara me dice - Tienes que preguntar por Carlos y decirle que vienes de parte de Angel, yo no te puedo acompañar. Carola te está esperando adentro – ¿Pero qué diablos es esto?, le pregunto. Ella me replica “no te vas a arrepentir, nos vemos adentro”. Mientras le digo que espere ella se aleja rápidamente y me deja solo frente a la puerta.

Nunca me ha pasado algo tan extraño. La situación me asusta un poco. Sólo, en una isla del Caribe, en un lugar oscuro, parado frente a una puerta oxidada que se supone es una entrada a la discoteca, ¡que hasta hace tan solo unos años era de la mafia colombiana!. Tum, tum, tum. No se si es mi corazón o el tumbar de la música, pero estoy bastante nervioso. Reviso mis bolsillos. Aparecen mis pañuelos desechables, la tarjeta de mi pieza del hotel y la billetera. La abro. Me encuentro con una foto de María José.

Ya llevo dos años de novio con María José. Desde que la conocí creí que era la chica indicada. De buena familia, estudió en un colegio de monjas muy tradicional. Abogada de la Universidad Católica, su papá es un empresario conocido. Amorosa, linda, simpática, inteligente. En fin, todas las virtudes que siempre me parecieron atractivas en una mujer. Sin embargo, algo hay en nuestra relación que todavía no me convence como para tomar rumbos más serios. Ella en cambio, tiene las cosas claras. Quiere casarse. En la última navidad se puso a llorar cuando al abrir mi regalo no encontró el anillo de compromiso.

¿Qué haría ella en mi situación? me pregunto. Seguramente entraría y sin dudarlo. Es de armas tomar. Y por que yo no haría lo mismo. Estoy de vacaciones, y tengo derecho a pasarlo bien por una noche. ¿Me estaré justificando?, no lo se, pero no tiene nada de malo bailar un poco. ¿Y el buceo?, bueno, tomo el de la tarde solamente y así tengo tiempo de reponerme durante la mañana. Ya, me decido a entrar.

Guardo la foto nuevamente en la billetera, me paro derecho con pinta de macho recio y toco la puerta. Esta se abre lentamente, la música estalla. El ritmo me estremece, un humo espeso cubre todo. Aparece un hombre vestido de negro con un enorme collar de oro en su cuello. Me pregunta quién carajo soy. Pongo mi cara más implacable, aunque mi corazón está a punto de reventar. Repito lo que me dijo Bárbara: Busco a Carlos, Angel me envió.

(Continuará...)


Sing it Back

lunes, junio 05, 2006

Y si cambiamos el final? (Parte 1)

Te quiero, no te olvides de llamarme mañana. Estoy muy nerviosa. Acuérdate que eres lo más importante en mi vida. Un beso…. (se siente un gran suspiro). Yo también te quiero le respondo. Corto el teléfono y un escalofríos me recorre el cuerpo. Algo es diferente pero no logro identificarlo. Es sólo una sensación de que algo en mí ya no es lo mismo.

Tengo que pensar. Me siento en el mirador frente al mar. No hay nadie. Solo la brisa nocturna el mar y yo. El calor de las noches en San Andres es intenso. En el aire se siente una mezcla de sal y humedad que penetra hasta el tuétano. La ropa molesta. Me siento incómodo. Tengo ganas de dejar de ser yo por un instante, de que alguien me tome de la mano, me lleve a algún lugar y me haga perderme entre la gente. Pero eso es imposible. Como siempre, me iré a acostar temprano. Mañana será un largo día y debo estar descansado. Serán los últimos dos buceos de la semana.

De pronto alguien me toca la espalda. - Hola, vas a salir con nosotras ahora?, hace días que te lo estoy preguntando. Ya parece que te estuviera rogando (se ríe coqueta) - Es Carolina, una panameña que está alojando en el mismo hotel. Desde el primer día que llegué me fijé en ella. Siempre hago lo mismo, es una especie de ritual que tengo. Al llegar a cualquier lugar busco a la mujer más atractiva, como si pretendiera que con eso estoy iniciando una aventura. Pero es un juego, nunca voy más allá, sólo me dedico a mirar y a intercambiar una que otra sonrisa.

Carolina era por lejos una de las mujeres más lindas que había visto en mi vida, por lo que reparar en ella no fue nada de raro. Irradiaba exhuberancia. Alta, con una figura impresionante, piernas largas, pelo negro, liso, hasta la cintura y unos ojos verde esmeralda que iluminaban la noche. Solo de mirarla me sentía viviendo.

¡Ay chico, parece que te cogió la era del hielo pues! – me dice entre risas. Cierto, estoy congelado, no me salen las palabras, sólo siento deseos intensos de arrojarme sobre ella, arrancarle la ropa y hacerle el amor ahí mismo. Pero me embarga también un sentimiento insoportable de culpa, de traición. Tengo que controlarme. No puedo rendirme a mis instintos. Ella me toma de la mano y me dice: Esta vez te vas conmigo y vamos a bailar hasta que nos caigamos de cansancio, que vas a ver como se baila de verdad aquí en el caribe.

Pese a mis esfuerzos no puedo negarme. Todavía es temprano y no veo nada de malo en salir a dar una vuelta. Vamos – le digo. Aún de la mano me da un beso en la mejilla. Vamos, me dice, mientras me lleva caminando al ritmo del sonido de sus collares y pulseras. Intento mirarla sin que se de cuenta. Esta vestida con unos zapatos de tacos altos que hacen que su boca enfrente la mía cuando me habla. Lleva una mini de bluejeans y una blusa pequeña y ajustada que deja ver toda su sensualidad. Seguimos caminando. Paramos frente al bar del hotel.

Aquí empezamos – me dice. Nos sentamos en una mesa donde hay más gente. Todas mujeres, todas muy lindas. No conozco a nadie, pero parece que todas me conocen. Carolina me deja, dice que vuelve enseguida. Es extraño, todas ellas se ríen mientras me hacen preguntas. Pareciera que tienen mucho interés en conocerme. Yo respondo como si fuéramos muy amigos, pero a la vez me siento muy complicado, como si estuviera sometido a una prueba de personalidad. Así que eres chileno - me pregunta una de ellas. Dicen que los chilenos son muy calmaditos y amorosos - me dice otra. ¿Y qué te parece Carolina? – me apunta la tercera. Yo salto. Por suerte veo a Carolina que ya vuelve. Ellas se matan de la risa.

¿Te trataron bien mis amigas? – me dice, mientras le guiña el ojo a una de ellas - Fui al Bar y te traje esto. Me da de tomar algo cuyo nombre no logro entender, pero sabe muy bien. Termino de tomar el primer vaso. Luego, el mozo me trae el siguiente vaso, el que se vacía aún más rápido que el anterior. De pronto se nubla mi mente, todo se me borra. Un embrujo se apodera de mi razón. Ya no soy yo, soy otro. Parece que nos vamos. No opongo resistencia, me dejo conducir, me dejo llevar. Apenas puedo sentir que voy caminando. Una felicidad enorme inunda mi ser. Veo imágenes de mí como en una película. Ahora voy en una especie de bus abierto. Afuera solo se ve verdor y mar. La brisa me embriaga. Y a mi lado va ella. Nuevamente vamos tomados de la mano. Me mira, me habla. No se lo que respondo, pero de mis labios salen palabras supuestamente hiladas, pues ella parece entenderlas. Se rie y yo también me río.

Llegamos a algún lugar. Bajamos del bus. Hay mucha gente a mí alrededor. Carolina se pierde. Vuelvo a la realidad. No se dónde estoy. Un enorme tipo me para y me pide mi identificación. ¿Donde estoy?, pregunto. Es el Blue Deep.

(Continuará...)


Underwater Love

jueves, junio 01, 2006

¿Adaptarse o Innovar?

Fuimos educados para venerar el orden existente: “No toques”, “no desordenes”, “no rompas”... son mensajes profundamente anclados en nuestro inconsciente que nos llenan de miedo, de temor en el momento de pretender romper con un esquema existente, dejar atrás una política que ya no funciona, acabar con una relación destructiva, o simplemente, cambiar el rumbo que le hemos dado a nuestras vidas.

En nuestra sociedad existen tres tipos de reacción frente a un cambio en la realidad imperante: Los que se oponen al cambio, los que se adaptan y los que innovan. Los primeros terminan desapareciendo. Ejemplo de esto son las diversas civilizaciones que existían antes de la llegada de los españoles a América y que ya no existen o la gran cantidad de matrimonios que terminan en un quiebre pues se niegan a reinventarse diariamente. Los segundos terminan siendo absorbidos y convertidos en seguidores de los que lideran el proceso de cambio. Ejemplos: empresas que son absorbidas por otras más grandes o países que exportan materias primas e importan productos elaborados. Y las últimas, son las que lideran el proceso de cambio y generan nuevos cambios en otras realidades: Irlanda como polo desarrollador de tecnología, India como polo generador y exportador de software.

Urge cambiar el paradigma del equilibrio estable, la creencia de que el éxito a largo plazo procede de la estabilidad, la armonía, la regularidad, la disciplina y el consenso. Si nos quedamos cuidando el orden existente, seremos arrasados sin tener posibilidad de respuesta o defensa. Debemos aprender a fluir con el tiempo, y a activar el rol rupturista, fundamental en un momento en el que quien no innova y cambia de mentalidad, no sobrevive.

El nuevo paradigma es alejarse del equilibrio en el que coexisten la inestabilidad, la tensión, el conflicto y el riesgo. Debemos convivir con ellos y en conjunto con el aprendizaje continuo, crear y descubrir nuevos futuros. Este nuevo contexto requiere superar la mentalidad de colononizado, según la cual esperamos que otros descubran los nuevos territorios y nos provean con mapas que orienten nuestro viaje hacia el futuro desconocido.

Y quizás aquí yace la explicación de por qué siempre estamos a la saga de los países desarrollados o de estados excesivamente poderosos, esperando que ellos nos den las pautas de cómo se deben hacer las cosas. Quién no ha escuchado la frase “En ningún país del mundo se hace algo así”. De esta forma estaremos siempre condenados a ser seguidores y nunca seguidos. Y terminaremos siendo obreros de aquellos que nos lideran en vez de convertirnos en líderes de nuestra propia realidad.

El papel del líder radica en elaborar un marco de referencia más apropiado para comprender la inestabilidad de la dinámica en que funciona nuestra sociedad. Propiciar un clima que aliente la diversidad y promueva la sinergía, en el que el desacuerdo no sea sinónimo de deslealtad, en el que se revisan y cuestionan permanentemente los paradigmas, con la certeza de que son los modelos mentales de la gente lo que determina la capacidad de la sociedad para enfrentarse al futuro.

“Es por medio del propio viaje como se descubre la ruta y el destino: continuamente tenemos que trazar nuevos mapas a medida que viajamos, si queremos descubrir nuevas tierras. La clave del éxito está en la actividad creativa de hacer mapas nuevos, no en el perfeccionamiento imitativo y el seguimiento de los ya existentes”. (Ralph D. Stacey)
  • “Siempre se ha hecho así”
    “Cada acto de creación es un acto de destrucción”. Picasso.

  • “Yo (nosotros) sé (sabemos) lo que hay que hacer, llevamos mucho tiempo haciéndolo, y siempre ha funcionado”
    “Ningún descubrimiento se haría si no contentásemos con lo que ya sabemos” Séneca.

  • “Ésta es la respuesta correcta”
    “Ningún artista ve las cosas como son realmente, si las viera como son, no sería un gran artista”. Picasso.

  • “Eso es ilógico”.
    “Solo los tontos han creado progresos en el mundo, por que los listos se han adaptado a lo que había sin necesidad de inventar” G.B. Shaw

  • “Sea racional y siga las instrucciones”
    “Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el resultado de su reflexión”. Napoleón Bonaparte.

  • “Hágalo bien, no se equivoque, y no haga el ridículo”.
    “El hombre razonable se adapta al mundo, el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable. G.B.Shaw

  • “Yo no se cómo ser creativo, no tengo buenas ideas”
    ¡Tened el valor de equivocaros! Hegel

  • “Eso es imposible”
    “Lo imposible es el fantasma de los tímidos, y el refugio de los cobardes. Napoleon Bonaparte”.

  • “Ya está todo inventado”
    “Las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre un infinito mundo de misterio. Gregorio Marañón.



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